Bahía de Cádiz en la Antigüedad. En trazo más tenue se aprecia la línea de costa actual. |
Los fenicios, primeros navegantes en llegar a estas costas, la bautizaron con el nombre de Gadir, que en su lengua significa "recinto cerrado o fortificado", por las murallas que la defendían.
Los griegos la denominaron Gadieras, forma plural que hacía referencia al conjunto de islas o pequeño archipiélago que constituía entonces Cádiz, islas cuyos nombres eran Erytheia, la más pequeña de todas, correspondiente a la zona que hoy ocupa la Torre Tavira y alrededores, donde se encuentra el yacimiento fenicio Gadir, separada por un brazo de mar de Kotinoussa, isla alargada que se extendía desde la punta de San Sebastián hasta el islote de Sancti Petri, llamada así por los acebuches que crecían en su suelo, y Antípolis, correspondiente a la actual San Fernando.
El origen del nombre Gadir y Gadeiras procedería, según la mitología griega, de un rey atlante llamado Gadiro o Gadeiro, que reinaría en este extremo de la legendaria Atlántida.
El origen del nombre Gadir y Gadeiras procedería, según la mitología griega, de un rey atlante llamado Gadiro o Gadeiro, que reinaría en este extremo de la legendaria Atlántida.
Con la conquista romana, pasó a denominarse Gades, una de las más importantes urbes, no solo de Hispania, sino de todo el imperio. Julio César la nombró Augusta Urbs Julia Gaditana, tras conceder a sus habitantes la ciudadanía romana en señal de gratitud por haberle apoyado en su guerra con Pompeyo por el dominio de Roma, de donde procede el actual gentilicio de gaditano-a.
Bajo la dominación musulmana, momento en que la ciudad pierde su antigua importancia y esplendor, su nombre cambió al de Yazirat Qadis, Isla de Cádiz. Y tras su Reconquista por el rey castellano Alfonso X el Sabio, en el siglo XIII, empezó a llamarse con su actual denominación de Cádiz, apareciendo en los mapas medievales con la forma Caliz.
Junto a su topónimo, Cádiz también ha sido bautizada poéticamente de diversas maneras: Sirena del Océano, por Lord Byron, poeta romántico inglés de principios del siglo XIX; Salada Claridad, así llamada por Manuel Machado en su "Canto a Andalucía"; Señorita del Mar, por José María Pemán en su "Piropo a Cádiz"; Tacita de Plata, su denominación, quizás, más popular, por la forma de la ciudad en los siglos XVIII y XIX y por la limpieza de sus calles en esa época; y, finalmente, Cai, que es como se la nombra en el mundo del cante flamenco y de la copla.
Junto a su topónimo, Cádiz también ha sido bautizada poéticamente de diversas maneras: Sirena del Océano, por Lord Byron, poeta romántico inglés de principios del siglo XIX; Salada Claridad, así llamada por Manuel Machado en su "Canto a Andalucía"; Señorita del Mar, por José María Pemán en su "Piropo a Cádiz"; Tacita de Plata, su denominación, quizás, más popular, por la forma de la ciudad en los siglos XVIII y XIX y por la limpieza de sus calles en esa época; y, finalmente, Cai, que es como se la nombra en el mundo del cante flamenco y de la copla.
Muchos nombres desde luego para una ciudad con mucha historia como Cádiz.
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