Teatro romano de Cádiz. En la foto, parte de la media cavea |
El teatro romano de Gades es el principal resto arqueológico del pasado romano gaditano que ha llegado hasta nuestros días. Descubierto casualmente en 1980, estuvo durante muchos siglos oculto bajo edificaciones de épocas posteriores, tanto musulmanas como cristianas medievales, como el desaparecido Castillo de la Villa, y edificios notables del barrio del Pópulo como la Posada del Mesón, parte de la Catedral Vieja y la guardería municipal, y más recientes, como la Fundición Vigorito.
Galería interior por donde circulaba el público que accedía a las gradas |
Construido en el siglo I a. de C., es el teatro más antiguo de Hispania. Formaba parte, junto con otras grandes construcciones públicas, como el anfiteatro, que estaría situado en el barrio de Santa María, del proyecto de engrandecimiento de Gades llevado a cabo por Lucio Cornelio Balbo El Menor, magistrado principal de la ciudad. En los últimos años, en las excavaciones realizadas en varios solares de dicho barrio, han aparecido numerosos restos romanos.
Entre las características del teatro, destaca como particularidad su planta ultrasemicurcular o de herradura, al estilo de los teatros griegos, forma que los constructores romanos abandonarían posteriormente por la semicircular, y su gran tamaño, teniendo un diámetro de 120 metros, siendo uno de los más grandes no solo de España, sino de todo el Imperio romano. Tenía capacidad para 20.000 espectadores, en una población de unos 50.000 habitantes, lo que da idea de la importancia de la ciudad en aquella época. Construido a base de hormigón romano, mampostería y sillares de piedra ostionera, aprovechando el desnivel natural del suelo, los espectadores tenían su lugar en el graderío dependiendo de su condición social: el pueblo en general, las mujeres y los esclavos en las gradas superiores llamada summa cavea, mientras que las clases altas y las autoridades en las inferiores, que eran la parte noble, llamada ima cavea, y la orchestra, espacio semicircular situado ante el escenario, habiendo una zona intermedia, la media cavea, que es la zona al descubierto del teatro gaditano. Tanto la escena como el pórtico trasero permanecen ocultos bajo las casas del barrio del pópulo. Los vomitorios permitían la entrada y la salida de las gradas hacia la galería interior, zona por la que circulaban los espectadores, y que hoy presenta un buen estado de conservación.
El teatro de Gades era, desde luego, un teatro digno de una gran urbe como era Cádiz en aquella época, que tuvo su momento de esplendor, pero que a partir del s. IV fue decayendo hasta quedar en ruinas. Gracias a que quedó enterrado y olvidado bajo construcciones posteriores se ha podido conservar. En la actualidad, está cerrado al público, llevándose a cabo trabajos de excavación con la idea de abrirlo al público una vez concluyan los mismos. El proyecto es hacer visitable las zonas inferiores del teatro ocultas en el subsuelo del Pópulo (orchestra, escena y pórtico) una vez estén acondicionadas.
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