miércoles, 27 de abril de 2022

Liberal

Monumento a las Cortes de Cádiz
Liberal es un término que tiene varias acepciones o significados. Según la Real Academia Española de la Lengua, liberal es una persona generosa o que actúa con liberalidad; que se comporta o actúa de una manera alejada de modelos estrictos o rigurosos; o, también, que es comprensivo, respetuoso y tolerante con las ideas y los modos de vida distintos de los propios y con sus partidarios; otra acepción es que es partidario del liberalismo. El liberalismo es una doctrina o filosofía política, social y económica que defiende las libertades y derechos individuales, la igualdad ante la ley, la limitación del poder del Estado, y, desde el punto de vista económico, la iniciativa privada y el libre mercado, principios que se condensan en el llamado Estado de Derecho o Imperio de la ley. Surge en el siglo XVIII durante la Ilustración, en países como Inglaterra, Francia y EE.UU., defendido por filósofos e intectuales, siendo la emergente burguesía de la época la gran beneficiaria y defensora de este nuevo régimen, que se inicia con la Revolución Francesa.

Pero el liberalismo también tuvo en España un lugar especial, concretamente en la ciudad de Cádiz, entonces de gran renombre e importancia, por cuyo floreciente puerto, además de las mercancías de todo el mundo, llegaban las nuevas ideas de libertad que circulaban por Europa y que hicieron de Cádiz una urbe abierta, cosmopolita y liberal, una verdadera isla de libertades y de cultura en la España de aquella época. Fue en el Cádiz de las Cortes, entre los años 1810 y 1813, reunidas, primeramente, en San Fernando y trasladadas, poco después, a la capital gaditana, cuando el liberalismo ve la luz, promulgándose en 1812 la primera Constitución española, modelo de otras Constituciones europeas y americanas, y llamándose liberales a los diputados que defendían esas nuevas ideas, protagonistas principales en la elaboración de aquélla, dotándose por primera vez a la palabra liberal del sentido politico que en la actualidad tiene, por contraposición a serviles o absolutistas, partidarios del absolutismo o poder absoluto del monarca, que defendían sin limitaciones de ningún tipo. Dos ideas o formas de entender la política y la sociedad que años después, tras la muerte de Fernando VII en 1833, llegarían a enfrentarse en las llamadas guerras carlistas. 

Cádiz era una isla de libertad y cultura en la España de la época
El político y escritor gaditano Antonio Alcalá Galiano (1789-1865), afirma que la palabra liberal nació en Cádiz, y, según el también escritor e historiador santanderino Marcelino Menéndez Pelayo (1856-1912), esta palabra no había tenido en España otra aceptación que la de generoso o desprendido, pero desde aquella temporada gaditana (se refiere al período de las Cortes) comenzó a designar a los que siempre llevaban el nombre de libertad en los labios (1).

En el libro titulado El Habla de Cádiz, de Pedro Payán Sotomayor, se recoge esta palabra entre los muchos vocablos y expresiones de origen gaditano que el autor enumera, y menciona la cita del historiador Gregorio Marañón en el prólogo de otra obra, El Cádiz de las Cortes, de Ramón Solís, donde se dice que Cádiz, al principio de siglo, era de todas las ciudades de España la que por su cultura, su finura y su sentido universal tenía que sentir la honda responsabilidad de aquel viento que sopló sobre el mundo en el siglo XVIII, porque Cádiz, en la época de las Cortes, fue (...) una de las ciudades creadoras de la España moderna (2).

En Cádiz, pues, existía el caldo de cultivo que la convertiría en uno de los santuarios mundiales del movimiento liberal, en sus gentes, en sus costumbres, en la ideosincracia de su pueblo que, no olvidemos, lo integraban gaditanos de origen y de otras nacionalidades, comerciantes principalmente, atraídos por la actividad de su puerto que se habían establecido en la ciudad y echado raíces.

Fuentes de las citas: 
(1) https://prodavinci.com/la-palabra-liberal-es-de-origen-espanol/
(2)El habla de Cádiz, de Pedro Payán Sotomayor. Sexta edición revisada, 1996. Quorum Libros Editores.