sábado, 2 de diciembre de 2017

La Casa de la Moneda de Cádiz

Moneda de plata de 8 reales, acuñada en Cádiz en 1810,
durante el asedio francés. En el reverso puede observarse la
letra C coronada alusiva a la capital gaditana
A principios del siglo XIX, durante la Guerra de Independencia (1808-1814), Cádiz se había convertido en la capital política de la España ocupada por las tropas napoleónicas, al ser la única ciudad española, junto con su vecina San Fernando, libre de dicha ocupación. Convertida en refugio de muchos españoles que huían de los invasores franceses, también lo fue del propio gobierno de la nación, la Junta Central Suprema Gubernativa, convertida más tarde en Consejo de Regencia, ante la ausencia del rey Fernando VII, la cual, trasladada en un principio a Sevilla, ante el avance francés hacia el sur, se estableció en la Isla de León, para hacerlo, finalmente, en Cádiz. Aquí ya tenían lugar las sesiones de las Cortes, a donde se habían trasladado desde la localidad isleña pocos meses después de constituirse en septiembre de 1810, ante la llegada a la Bahía gaditana del ejército invasor, promulgando el 19 de marzo de1812 la primera Constitución española, conocida como La Pepa. Con el poder ejecutivo también se habían trasladado las distintas instituciones gubernamentales y administrativas, entre ellas una especialmente importante, la encargada de fabricar moneda.
Onza de oro de 8 escudos del año 1811, otra de las piezas
fabricadas en Cádiz. Ambas monedas con la efigie de
Fernando VII
La Casa de la Moneda de Cádiz, que se había montado con la maquinaria procedente de la de Sevilla, se instaló en unas dependencias ubicadas en lo que hoy es la Facultad de Ciencias del Trabajo, junto al edificio Valcárcel, cuya entrada estaba por la calle de la Rosa. Según el escritor gaditano Ramón Solís, en su obra El Cádiz de las Cortes, se empezó a acuñar moneda el 24 de septiembre de 1810, justo el día en que se inauguraban las Cortes Generales y Extraordinarias en San Fernando. Durante los años que estuvieron en vigor estas instalaciones, entre 1810 y 1815, se acuñó una gran cantidad de reales de plata y piezas de oro, con la efigie de Fernando VII, teniendo todas ellas, como curiosidad, labradas en el reverso una letra C coronada, alusiva a la ciudad de acuñación.
No era la primera vez que se acuñaba moneda en Cádiz. Ya en época púnica y romana habían existido cecas, donde se acuñaban monedas de plata y de bronce, siendo características las labradas con la efigie de Hércules y con las figuras de atunes y delfines, las cuales están reproducidas en la fachada del Ayuntamiento de la ciudad.