jueves, 28 de febrero de 2019

Aquellos Duros Antiguos

Reales de a ocho del s. XVIII, los famosos duros antiguos
Una de las señas de identidad características del carnaval gaditano es ser intérprete agudo, crítico y jocoso de los acontecimientos ocurridos en la ciudad, el país o el mundo, de la realidad cotidiana en suma, que los autores carnavalescos reflejan en las letras de sus tangos, pasodobles, cuplés y popurrits, y el pueblo gaditano manifiesta en la calle disfrazándose de aquellos tipos o personajes que, por un motivo u otro, han sido actualidad, ridiculizándolos o criticándolos, haciendo gala siempre de un gran ingenio y originalidad.
El Tío de la Tiza
Uno de esos intérpretes fue el músico y autor carnavalesco de finales del siglo XIX y principios del XX Antonio Rodríguez Matínez, más conocido como El Tío de la Tiza, con su famoso tango Los duros antiguos, del coro Los Anticuarios, año 1905, verdadero himno del carnaval gaditano. Cuenta con arte y con gracia la historia del hallazgo por un pescador, un año antes, de un tesoro en la playa Victoria de Cádiz, mientras escarbaba en la arena para enterrar restos de pescado. El tesoro consistía en una importante cantidad de monedas de plata de mediados del siglo XVIII escondidas en la arena, concretamente reales de a ocho acuñados bajo el reinado de Fernando VI, un jueves de Corpus del 2 de junio de 1904, corriendo rápidamente la noticia por toda la ciudad y provocando que muchos gaditanos acudieran al lugar del descubrimiento y se pusieran a escarbar cuatro días seguíos sin descansar (...) por la tarde, de noche o por la mañana, como dice la letra del tanguillo, buscando ansiosamente alguna de las monedas que les permitiera mejorar sus pobres economías, en una época de penuria como la de aquellos años.
Coro Los Anticuarios (1905)
La suerte fue desigual, pues mientras unos consiguieron ver recompensados sus esfuerzos encontrando algunos duros antiguos, otros, en cambio, no vieron ni uno o, pero aún, cogiendo una pulmonía, como dice el autor que le pasó a su suegra. En cuanto al origen de las monedas, podrían proceder del naufragio de algún navío de la Carrera las Indias, del cargamento de alguno de los buques hundidos en la batalla de Trafalgar, o bien pertenecer al tesoro de un barco tripulado por un pirata gallego quien en 1827 se había amotinado y, posteriormente, encallado en la gaditana playa Cortadura, El Defensor de Pedro, cuyos tripulantes, que habían escondido el tesoro, fueron ajusticiados en Cádiz tras ser detenidos.
Un busto del Tío de la Tiza en el Paseo Marítimo, con una placa que reproduce la letra de su tanguillo, una espiocha y el anverso y reverso de los duros antiguos en el pedestal, se encuentra situado frente al lugar de la playa donde fueron halladas las monedas.

Busto de El Tio de la Tiza, en el Paseo Marítimo de Cádiz

Esta es la letra del famoso tanguillo:
Aquellos duros antiguos
que tanto en Cádiz dieron que hablar
que se encontraba la gente
en la orillita del mar
fue la cosa más graciosa
que en mi vida he visto yo.
Allí fue medio Cádiz
con espiochas;
y la pobre mi suegra
y eso que estaba ya media chocha;
Con las uñas a algunos
vi yo escarbar,
cuatro días seguidos
sin descansar.
Estaba la playa
igual que una feria
¡válgame San Cleto!
lo que es la miseria.
Algunos pescaron
más de ochenta duros
pero más de cuatro
no vieron ni uno.
Mi suegra, como ya dije,
estuvo allí una semana
escarbando por la tarde
de noche y por la mañana;
perdió las uñas y el pelo
aunque bien poco tenía
y en vez de coger los duros
lo que cogió fue una pulmonía.
En el patio de las malvas
está escarbando desde aquel día.