sábado, 25 de julio de 2020

La Cueva del Pájaro Azul

La Cueva del Pájaro Azul, en el gaditano barrio de San Juan.
En fechas recientes fue noticia La Cueva del Pájaro Azul, emblemático lugar del arte flamenco en el Cádiz de los años sesenta y setenta del pasado siglo, por el descubrimiento en su subsuelo de restos del antiguo puerto fenicio de Gádir, tras la ejecución de labores de restauración de dicho local que el Ayuntamiento pretende poner de nuevo en valor tras años de cierre y abandono.
La Cueva del Pájaro Azul fue un proyecto de un bodegero y hostelero gaditano llamado Manuel Fedriani Consejero, que regentaba una bodega en el barrio de San Juan, el cual había adquirido una finca frente a su negocio para almacenar barriles, botellas y otros elementos propios de su oficio. Mientras se preparaba dicho almacén, se descubrió de manera casual una gran espacio subterráneo compuesto por arcos, bóvedas y muros de los siglos XVI y XVIII, que se creyó podría tratarse de alguna cueva, un pasadizo secreto, de los muchos que hay ocultos en Cádiz, o un gran aljibe. El recinto recién descubierto tenía varias estancias o habitaciones que el empresario gaditano quiso aprovechar para, una vez acondicionado, convertirlo en una taberna flamenca. Así, nacía la Cueva del Pájaro Azul, inaugurada en el año 1960 y que sería un lugar de referencia del cante y del baile flamenco gaditano, un lugar típico por donde pasarían los mejores artistas de la época: la Perla de Cádiz, Lola Flores, Manuel Soto Sordera, María Vargas, Canalejas de Puerto Real, Antonio el Bailarín, Antonio Mairena y un joven Camarón de la Isla, entre otras grandes figuras del flamenco, además de personalidades del mundo de la cultura como Camilo José Cela, José María Pemán o el premio nóbel de literatura francés Jean Cocteu.
Muro del puerto fenicio de Gadir
Según la leyenda, la cueva habría sido en su origen la guarida de un bandolero o contrabandista gaditano de principios del siglo XIX, apodado El Pájaro Azul, de ahí el nombre del local, así llamado por su rapidez y habilidad para el contrabando en los mares de Cádiz, escondiendo en ella el fruto de sus negocios ilegales, leyenda daba por cierta por algún historiador local.
En cuanto a los restos arqueologicos hallados, consisten en un muro y otras estructuras portuarias de la Gadir fenicia situadas en la isla de Kotinoussa, una de las dos de las que componían Cádiz en la Antigüedad. El muro, compuesto por cuatro hileras de sillares, tiene una altura de 1,80 metros y una longitud de 5,60 metros, que los arqueólogos consideran como uno de los cantiles del puerto fenicio, de los siglos IV y III a. de C., ubicado en una de las orillas del Canal Bahía-Caleta, que dividía el Cádiz antiguo en dos islas, del que ya hablé en un artículo anterior, que fue colmatándose con el tiempo hasta desaparecer bajo el casco histórico de la ciudad. En las obras también aparecieron restos romanos y medievales. Esperemos que, finalizado el proyecto, podamos disfrutar del flamenco en una restaurada Cueva del Pájaro Azul y, bajo suis tablaos, de los restos del antiguo puerto fenicio.
Galerías subterráneas de La Cueva del Pájaro Azul
Imagen de la taberna flamenca en los años sesenta