domingo, 1 de noviembre de 2020

Los 500 caballeros de Gades

Senadores romanos
Uno de los períodos de más esplendor de Cádiz tuvo lugar bajo la dominación romana. Ciudad próspera y rica, la Gades romana fue una de las ciudades más importantes no solo de Hispania, sino de todo el Mediterráneo Occidental. Era una urbe dedicada fundamentalmente al comercio, cuyo puerto controlaba buena parte del tráfico mercantil de la Bética. Junto a ello, la industria pesquera alcanzó un gran desarrollo, con la existencia de factorías de salazón donde se obtenía el garum, famosa salsa de pescado muy apreciada por los romanos. 

Esta prosperidad se manifiestaba en su urbanismmo, estando dotada de los grandes edificios públicos característicos de Roma, destacando en este sentido el papel desempeñado por Lucio Cornelio Balbo el Menor (s. I a.C.), miembro destacado de la nobleza gaditana y autoridad local, que amplió la antigua ciudad fenicia de Gadir, construyendo una ciudad nueva frente a ella, con teatro, anfiteatro, termas, templos y un acueducto que traía el agua desde los manantiales de la sierra gaditana. Su tío, Lucio Cornelio Balbo el Mayor, fue amigo personal de Pompeyo, Julio César y Augusto, ocupando diversas magistraturas y llegando a ser cónsul, siendo el primer no itálico en conseguirlo, obteniendo para los gaditanos la ciudadanía romana. Los Balbo eran una familia aristocrática gaditana de origen fenicio que había logrado amasar una gran fortuna gracias a la actividad comercial y a los negocios.

Lucio Cornelio Balbo el Menor, benefactor de Gades
Un faro de estructura escalonada y un templo dedicado al dios fenicio Melkart o Hércules, famoso en la Antigüedad. situado en el otro extremo de la isla Kotinoussa, junto con una torre coronada por una monumental escultura de este mismo personaje, completaban el paisaje urbano de la urbe gaditana, que, además, era punto de partida y de llegada de la Via Augusta, la principal vía de comunicación de Hispania que la recorría de norte a sur. Y de Gades eran las famosas puellae gaditanae, bailarinas gaditanas que tanto gustaban en Roma. 

Gades era, pues, una ciudad populosa que contaba con una población de más de quinientos équites o caballeros, lo que da idea de su importancia en el mundo romano, como recoge el geógrafo griego Estrabón, (s. I d. C.) en su Geografía: “En población, sin embargo, parece que Gades no se queda corta frente a otras ciudades excepto Roma. De hecho, he oído que en uno de los censos hechos en nuestra época [scil., Augusto-Tiberio] se contaban en ella quinientos miembros del orde ecuestre, un número que no igualan ni siquiera las ciudades de Italia, si exceptuamos Patavium (= Padua)”.  (Geogr. 3, 5, 3). 

Teatro romano de Gades