lunes, 17 de febrero de 2020

El templo de los ladrillos coloraos

Gran Teatro Falla de Cádiz
Son varios los lugares emblemáticos de Cádiz donde el Carnaval adquiere una dimensión especial: el barrio de la Viña, la playa de La Caleta, los alrededores del Mercado Central o Plaza de la Libertad; en realidad, cada esquina, cada calle o plaza de su casco antiguo respira Carnaval. Pero es en el llamado Templo de los ladrillos coloraos, el Gran Teatro Falla, en la plaza Fragela de la capital gaditana, donde esta fiesta se hace simbólica, auténtico santuario de las coplas de Cádiz, donde coros, comparsas, chirigotas y cuartetos expresan su arte en forma de tangos, pasodobles y cuplés, manifestando su saber y su sentido de la vida, que es el sentir propio del pueblo gaditano, como una manera particular de entenderla. Cádiz, la vieja Cádiz, se abre al mundo en Carnaval, porque éste es su momento, el  momento de contar lo que piensa, lo que siente y su forma de vivirlo. Así, cada año por febrero la ciudad, más que ponerse, se quita el disfraz y se muestra tal como es, divertida, alegre, abierta, auténtica.
Interior del Teatro Falla
El nombre de ladrillos coloraos le viene por el llamativo color de los ladrillos con que está construído el teatro, característico del estilo neomudéjar de su construcción, al igual que los arcos de herradura de puertas y ventanas de su fachada, donde llama la atención la alternancia de dovelas blancas y rojas. De planta en forma de herradura, el interior del edificio también presenta una importante decoración, destacando la arquitectura del hierro, adaptada al estilo neomudéjar, y las pinturas del techo, una alegoría del Paraíso, obra de los pintores Felipe Abarzuza y Julio Moisés, de ahí el nombre con que también se conoce el gallinero.
Construido entre los años 1885 y 1905 sobre el solar del Gran Teatro de Cádiz, destruido en un incendio, por los arquitectos Adolfo Morales de los Ríos y Juan Cabrera de la Torre, que finalizó la obra, tomaría el mismo nombre del teatro desaparecido, inaugurándose cinco años después, cambiando posteriormente su denominación por el de Gran Teatro Falla en honor al compositor gaditano Manuel de Falla. Tiene un aforo para algo más de 1.200 espectadores repartidos entre el patio de buracas, palcos platea, palcos principales, palcos segunda, anfiteatro y gallinero.
Actuación de un coro
El Falla se viste de gala con el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (el COAC), el cual viene celebrándose desde el año 1949, aunque ya en años anteriores habían tenido lugar actuaciones carnavalescas, donde numerosas agrupaciones, tanto de la capital y provincia gaditanas, como de Andalucía y del resto de España, ofrecen cada año por estas fechas sus mejores coplas y tipos, hecho éste que refleja el creciente interés de este evento más allá de las fronteras gaditanas, a lo que sin duda ha contribuído su retransmisión ininterrumpida por televisión durante los últimos cuarenta años. El concurso se prolonga durante aproximadamente un mes, en varias fases: preliminares, cuartos de final, semifinales y la gran final, que tiene lugar el viernes anterior al miércoles de ceniza. Entre los años 1986 y 1990 tuvo que trasladarse al desaparecido Teatro Andalucía, debido a las obras de reforma que se llevaron a cabo en el Falla.
Baile de carnaval en el interior del Falla
Otro de los actos típicos que se celebraban en su interior durante las fiestas de Carnaval eran los bailes de disfraces en la zona del patio de butacas, que se adaptaba para los mismos, los cuales dejaron de celebrarse tras la citada reforma.
Además de este concurso que le ha dado fama, en el Gran Teatro Falla tienen lugar obras de teatro, conciertos, musicales y otros espectáculos, destacando entre todos ellos el Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz y la Muestra Cinematográfica del Atlántico Alcances, uno de los festivales de cine más antiguos de España.