A lo largo de la historia se han producido varios maremotos que han afectado a la costa gaditana, siendo el de 1755 el más conocido y devastador |
Cádiz, rodeada de mar, sería una de las ciudades más afectadas ante la llegada a estas costas en el futuro de un nuevo tsunami |
Un gran terremoto, cuyo epicentro estuvo situado en el oceano Atlántico, frente a la costa portuguesa, había provocado un maremoto o tsunami de tal magnitud que, literalmente, asoló no solo Cádiz y otras poblaciones de su costa como Chipiona, Sanlúcar, El Puerto de Santa María o Conil, sino también Huelva, el Algarbe portugués y la costa marroquí, con olas que llegaron a superar los quince metros de altura, causando un elevado número de víctimas y desaparecidos, así como la destrucción de numerosas villas y pueblos costeros, según informes de la época. Como consecuencia del terremoto, la capital portuguesa habia quedado casi completamente destrozada, sufriendo también las consecuencias del tsunami posterior y de un gran incendio, que causaron miles de muertos. El terremoto, uno de los mayores ocurridos en la historia de que se tenga noticia, aparte de en Portugal y España, se sintió en otros lugares de Europa y del norte de África.
Cartel conmemorativo del 250 aniversario del Maremoto de Cádiz, con la imagen de la Virgen de la Palma |
En Cádiz, las murallas hicieron de muro de contención, salvándola en parte del maremoto. Conocidos fueron los efectos en el barrio de la Viña, donde las aguas, tras rebasar la muralla de la Caleta y avanzar por la calle de la Palma y adyacentes, se pararon justo delante de la iglesia del mismo nombre, gracias a la actuacion del sacerdote que oficiaba la misa, que colocó un estandarte de la Virgen y un crucifijo en la calle, obrandose el milagro, según cuenta la tradición. Un pequeño retablo con la imagen de la Virgen indica el lugar exacto hasta donde llegó el mar. La suerte de los que intentaron huir por Cortadura no debió de ser muy favorable, pues es suponer que perecieran ahogados, al invadir el maremoto el istmo que une Cádiz con San Fernando, juntándose las aguas del mar abierto con las de la Bahia.
Es fácil imaginar el escenario desolador que quedó tras el tsunami, con destrucción y cadáveres por las zonas más afectadas, sobre todo la parte de extramuros, que carecía de la defensa de las murallas, en una fecha que quedará, sin duda alguna, en la historia de la ciudad como una de las más trágicas.
Altar en la calle de La Palma indicando donde llegaron las aguas |
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