Dibujo representando el faro existente en Cádiz en la Antigüedad |
Uno de los aspectos más
sugestivos de la historia de Cádiz es el del faro, no del actual, sino del
existente en la Antigüedad, el que durante siglos sirvió para guiar las embarcaciones fenicias,
púnicas y romanas que llegaban a estas islas del lejano Occidente en que
entonces era Cádiz. Se sabe qué forma tenía gracias a una pintura mural
aparecida en la factoría romana de salazón de la calle Sacramento, hallada en
el antiguo solar del Teatro Andalucía, que alguien dibujó allí hace dos mil
años, en donde se puede apreciar perfectamente la forma escalonada que poseía.
Hay que suponer su ubicación en el mismo lugar o en las inmediaciones del
actual faro, pues ahí se encontraba la entrada del Canal bahía-caleta que en aquella época dividía en dos la ciudad, al
que ya hice referencia en un artículo anterior,
en cuya mitad estaría ubicado el puerto fenicio, primero, y romano,
después.
Reconstrucción del antiguo faro gaditano en una rotonda de Cádiz |
Podemos hacernos una
idea de su forma gracias a una reproducción realizada del mismo colocada en la
rotonda del Mercadona, junto al barrio de Puntales de la capital gaditana.
Es importante no
confundir este faro con la famosa Torre de Hércules que describen los autores
árabes medievales, que estaría situada en la zona de Torregorda, y que también
pudo servir como punto de referencia para los navegantes que cruzaban por estas
aguas, entre otras razones porque, más que faro, esta construcción debió
tratarse de un edificio conmemorativo romano en honor de Hércules, el mítico fundador
de Cádiz, como reza en su escudo, y que también estaba construido a base de
cuerpos superpuestos, coronándolo una estatua dorada con su imagen.
Faro en un grabado del siglo XIX |
Con el paso de los
siglos, un nuevo faro sustituyó a éste aprovechando una torre almenara allí
existente, de las muchas que por entonces había a lo largo de la costa
gaditana. Empezó a ser conocido como faro de San Sebastián, nombre con el que
también fue bautizado el castillo que se levantó posteriormente, por una ermita
del mismo nombre que habían construido los venecianos en el siglo XV, como muestra
de agradecimiento a los gaditanos por la ayuda que habían recibido a causa de
un epidemia de peste de la que habían sido víctimas. Numerosos grabados
antiguos de la ciudad nos muestran este faro, el cual se mantuvo en pie hasta
finales del siglo XIX, en que fue
mandado destruir por el gobernador de Cádiz, duque de Nájera, durante la guerra
de Cuba, para evitar que sirviese de referencia a la marina norteamericana en
un hipotético ataque a Cádiz. Aún se conserva la base de este faro en el
interior del castillo de San Sebastián.
Actual faro en el castillo de San Sebastián |
En su lugar se levantó
el faro metálico que en la actualidad sirve de luz y guía a los barcos que navegan por estas aguas. Aunque sin poseer la belleza de sus predecesores, este faro forma parte indiscutible del paisaje arquitectónico gaditano.
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