lunes, 23 de febrero de 2015

El Callejón del Duende

Callejón del Duende, en el barrio del Pópulo. Cádiz
En el casco antiguo de Cádiz, en el barrio del Pópulo, se encuentra este lugar de tan sugestivo nombre, justo al lado de la emblemática Posada del Mesón. Es un callejón tan estrecho que solo podría transitar por él una persona en uno u otro sentido, que antiguamente comunicaba la calle Mesón con la plaza de Fray Félix, donde se encuentra la Catedral Vieja, pero que en la actualidad está cegado y cuyo acceso, además, está cerrado por una verja.
El nombre, al parecer, le viene de una antigua leyenda de los tiempos de la guerra de Independencia, a principios del siglo XIX, según la cual, finalizada ésta, un oficial napoleónico, que iba a ser ajusticiado junto con otros prisioneros franceses por las autoridades españolas, se salvó de la pena capital gracias a las intrigas de una gaditana enamorada de él, que llegó a sobornar al verdugo para que no lo matara, simulando su ejecución. Escondido el francés durante el día, por las noches los amantes se veían en el callejón. Algunos vecinos que lo vieron pasar por allí envuelto en una capa, al que tenían por muerto, creyeron que era su espíritu que se dirigía a la iglesia de Santa Cruz para expiar sus pecados. Y así nació la leyenda. Los vecinos empezaron a conocer el lugar como el Callejón del Duende, nombre con el que ha llegado hasta nuestros días.
En otra versión de esta misma leyenda, el francés y la gaditana, enamorados ambos, se citaban a escondidas en el callejón, hasta que un día fueron descubiertos, siendo ejecutado el oficial y muriendo ella también poco después. Los vecinos, pese a estar muertos, aseguraban verlos por las noches, y todavía hoy día hay quien afirma haber visto sus espíritus por allí alguna vez. En su recuerdo, los vecinos ponen en el callejón flores y velas. 
Por último, el nombre también se podría deber a un bandolero apodado El Duende, que vivió en el siglo XIX y que paraba en el callejón.

2 comentarios:

  1. Gracias, yo vi este callejón y me gusta saber ahora la leyenda. En su día pensé si sería del duende flamenco.

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