viernes, 15 de octubre de 2021

Gadir, una de las grandes ciudades de la Antigüedad


Cádiz, la mítica Gadir fenicia y Gades romana, fue una de las ciudades más importantes de la Antigüedad, no solo de la Península Ibérica, sino del entonces mundo conocido, descrito así por los autores clásicos y corroborado cada vez más por la arqueología, gracias a los numerosos hallazgos aparecidos en distintos puntos de la ciudad, sobre todo en los últimos años. Fundada por los fenicios en torno al año 1000 a. de C., fue convertida en su principal colonia de Occidente, desde donde podían controlar todo el comercio de la zona, que le aportaría una gran riqueza y prosperidad, importancia que continuaría bajo la dominación romana, elevada ya a la categoría de ciudad, y siendo famosa, entre otros motivos, por su templo de Melkart o Hércules, visitado por las grandes personalidades de la época. De esta importancia da idea el hecho de que Gades contase con más de quinientos équites o caballeros (una de las clases altas de la sociedad romana), solo superada por Roma y Padua, según el geógrafo griego Estrabón (s. I d.C.). Para algunos historiadores e investigadores actuales, Cádiz sería equiparable a ciudades como Atenas, Esparta, Roma o Cartago, como se expone en el libro Mito y Arqueología en el nacimiento de ciudades legendarias de la Antigüedad, del catedrático de historia antigua de la Universidad de Sevilla César Fornis Vaquero, publicado por la Editorial Universidad de Sevilla, cuya reseña literaria transcribo a continuación:

El objetivo principal del presente libro es analizar el nacimiento y conformación, tanto en el plano mítico y literario como en el arqueológico, de un elenco de ciudades legendarias de la Antigüedad clásica que han marcado con su impronta el pensamiento y la cultura occidentales, ciudades cuyos meros nombres desatan nuestra imaginación: Atenas, Esparta, Tebas, Roma, Cartago y Gadir. Los progresos paulatinos de la ciencia arqueológica en los últimos años han confirmado, modificado o refutado, según los casos, la información aportada por la tradición literaria, compleja y sesgada en virtud del poder alcanzado por estas ciudades. Se trata por lo tanto de una puesta al día de nuestros conocimientos científicos sobre el origen de estas poderosas y emblemáticas ciudades, casi siempre oscuro y teñido por el mito, hondamente arraigado en una época arcaica en la que aún era infrecuente el uso de la escritura.

jueves, 30 de septiembre de 2021

El puente romano de Gades

Canal Bahía-Caleta. Se puede apreciar el puente

No se han encontrado restos arquitectónicos, ni tampoco existen referencias literarias de la época, pero es muy posible que hubiese un puente romano en la antigua Gades que uniera las dos islas que entonces la conformaban, Erytheia y Kotinoussa, que salvara el brazo de mar o Canal Bahía-Caleta que las separaba, máxime teniendo en cuenta la gran capacidad de los romanos para la construcción de grandes obras públicas en las ciudades bajo su dominio. La primera de las islas, la más pequeña, era donde se asentaba la antigua ciudad fenicia de Gadir, mientras que la segunda, alargada y de mayor tamaño, era la zona natural de expansión de aquélla, donde se había construido en época romana una nueva ciudad. El puente era, pues, una construcción necesaria para el tránsito de personas y carros entre ambas islas, pero también para abastecer de agua potable, no solo a la población de Eritheia, sino a las factorías de salazón y otras industrias pesqueras allí existentes, que estaría canalizada a través de algún conducto desde los grandes depósitos de agua potable abastecidos por el acueducto, situados donde hoy están las Puertas de Tierra. Dicho puente podría estar localizado en la zona del mercado central, por donde discurríría el citado canal, muy cerca de la factoría de salazón del desaparecido Teatro Andalucía y del yacimiento fenicio Gadir. Según esta hipótesis, defendida por el arqueólogo Juan Miguel Pajuelo, la existancia de este puente podría haber provocado con el tiempo el cerramiento y posterior cegamiento del canal Bahía-Caleta.

https://www.diariodecadiz.es/ocio/puente-romano-Gades_0_1614740455.html

sábado, 24 de julio de 2021

Un vertedero de 2.000 años de antigüedad

Testaccio haliéutico o vertedero romano de Cádiz

Nada habla mejor de cómo es la vida de un lugar que los residuos que dejan sus habitantes, pues gracias a esas basuras podemos conocer cuáles son sus costumbres, sus gustos, sus modos de vida y otros aspectos de su cotidianidad. Tanto como las construcciones, monumentos, necrópolis u otros restos arqueológicos de una ciudad o,incluso mas, los residuos acumulados a lo largo del tiempo por esos antiguos ciudadanos nos dan una valiosísima información sobre cómo eran o como vivían. Es el caso del llamado Testaccio haliéutico, o vertedero, fechado entre los siglos I a.C. y I d.C., hallado en 2019 en el Edificio Olivillo de Cádiz, en el marco de unas obras para acondicionarlo como instalación universitaria, muy próximo a la playa de la Caleta. Se hallaba en una de las orillas del canal Bahía-Caleta que en aquella época dividía Cádiz en dos islas, concretamenta de la isla Erytheia, una zona donde se localizaban factorías de salazón, tintorerías, fábricas de ánforas y otros edificios relacionados con la industria pesquera, a cierta distancia de la urbe gaditana, en donde se fueron acumulando restos de pescado, de ánforas, cerámicas y otros residuos generados por esta actividad portuaria. El vertedero formaba un montículo de unos siete metros de residuos, el cual sería visible desde cualquier punto de la ciudad romana. En las excavaciones llevadas a cabo también se hallaron restos de la pintura mural que decoraban las paredes de dichas instalaciones. Este espacio, de gran interés arqueológico, será convertido en un museo en el sotano del citado Olivillo a finales de año, un espacio de más de cien metros cuadrados de planta y cuatro de estratigrafía, donde podremos apreciar in situ parte de ese vertedero de 2.000 años de antigüedad, que nos permitirá conocer un poco mejor la vida en la antigua Gades.

Reconstrucción del testaccio bajo una imagen de Gades


sábado, 3 de julio de 2021

Cádiz, pionera de la tanda de penaltis

En estos días en que se está celebrando la Eurocopa 2020 de fútbol, que se suspendio el pasado año por la pandemia, es momento para recordar dónde surgió la idea de la tanda de penaltis para desempatar aquellos partidos en que los dos equipos finalizan el encuentro en empate, tras disputar los noventa minutos reglamentarios y la correspondiente prórroga con el mismo resultado, como le ha pasado a la propia selección española, que derrotó a Suiza, precisamente, en la tanda de penaltis, lo que le ha permitido acceder a las semifinales. Pues bien, fue en Cádiz donde esta fórmula vio la luz por primera vez, durante la celebración del Trofeo Carranza del año 1962, el conocido durante mucho tiempo como Trofeo de Trofeos, de gran renombre y prestigio durante muchos años y ya un tanto devaluado, que animaba con la fiesta del fútbol los veranos gaditanos antes del inicio de la temporada liguera. La idea de los penaltis se le ocurrió a un periodista de Diario de Cádiz, llamado Ramón Ballester, tras acabar en empate a tres goles la final de ese año entre Barcelona y Zaragoza, para así no tener que repetir el encuentro al día siguiente o darle la victoria al equipo que hubiese obtenido menos saques de esquina en contra. El partido, finalmente, se resolvió a favor del primero de los equipos, con el lanzamiento de cinco penaltis seguidos, sin alternancia entre los equipos, como se hace ahora, al haber marcado más goles, una iniciativa que haría fortuna en todo el mundo, aunque el mérito se lo llevaría años después el árbitro alemán Karl Wald, al presentar la misma idea a la FIFA y darle este organismo el reconomiento que le negaron en su momento al periodista gaditano. Este sistema de desempate se utilizó por primera vez en competiciones internacionales en la Eurocopa de 1976, dando la victoria a Checoslovaquia frente a Alemania Federal, donde el jugador checoslovaco Panenka lanzó, posiblemente, el penalti más famoso de la historia del fútbol. 

Copas del Trofeo Carranza



domingo, 20 de junio de 2021

Factoría romana de salazón

Factoría romana de salazón
Se trata de uno de los enclaves arqueológicos romanos más importantes de Cádiz, del siglo I a. de C., situado en la calle Sacramento, en pleno centro de la ciudad, próximo al yacimiento fenicio Gadir, en una de las orillas del canal o brazo de mar que entonces dividía en dos a Gadir-Gades y que con el tiempo fue colmatándose hasta desaparecer (Canal Bahía-Caleta). Descubierta en los años noventa, tras el derribo del Teatro Andalucía, consta de varias piletas distribuidas en torno a un patio central, donde se elaboraban productos derivados del pescado, como salsas y salazones, entre ellas el famoso garum, salsa de pescado elaborada con sus visceras y muy apreciada entre los antiguos romanos. En una de sus paredes se descubrió un curioso dibujo o grafitti de la época representando un faro, el cual aparece con forma de zigurat o pirámide escalonada.
 
Faro de Gades